Nadie conoce mejor que el farmacéutico la importancia de la rutina: ese hábito lentamente adquirido que permite a las personas familiarizarse con un proceso de toma de medicamentos u otros productos para la resolución o gestión de pequeños o grandes problemas, de salud o de puro bienestar.
Como bien sabemos, tiene la misma importancia en los niños, para quienes la creación de una rutina comporta grandes beneficios.
El porqué está claro: la rutina nos lleva a una zona de confort, de seguridad y de certeza, y por tanto, tenemos una conexión positiva con lo que representa, que nos relaja y nos orienta, desencadenando sensaciones positivas (¡siempre y cuando no nos haga caer en la aburrida monotonía!).
¿Por qué hablamos de ello?
Porque en la gestión de las redes sociales la rutina puede ser importante y jugar a favor de la construcción de la relación.
Hay que pensar -siempre de manera coherente a nuestra actividad y a nuestra personalidad- en un tema, un argumento o un contenido que pueda plasmarse con diferentes mensajes y convertirlo en una cita, una rutina, para crear una conexión con nuestra comunidad.
No tiene por qué hacerse todos los días, puede hacerse cada semana o incluso cada mes. Lo importante es que sea de interés para nuestros lectores y para los nuevos que obtendremos.
Puede tratarse de información básica sobre el servicio o de citas más importantes. ¿Algunos ejemplos? La publicación de cada viernes por la tarde sobre los «Horarios semanales», o «El consejo del jueves» o «El producto del mes».
Lo importante es que se trate de modo que se perciba como una cita que, ante todo, sentimos como tal, y que trasladamos a los lectores de esta manera, precisamente para ofrecerles una zona de confort y tranquilidad.
Y ahora, a por un café.