No es una cuestión de falta de ideas, ni de pereza, ni de falta de imaginación.
Sino de una antigua regla de marketing, que ni siquiera las redes sociales han cambiado, y que es el pilar de la comunicación: repetir los mensajes ayuda a que el destinatario los recuerde.
Así que por ello -también en la gestión de las redes sociales- usar contenido antiguo no solo no representa un problema, sino que es casi una oportunidad.
Por este y por otros motivos que resumimos:
- Para empezar, si el miedo es simplemente a repetirse, recordemos que todos tenemos memoria de pez, así que nadie va a acordarse de lo que ya hemos publicado.
- Y aunque así fuera, como ya hemos dicho, consolidar un mensaje puede ser una buena oportunidad para hacerlo entrar mejor en la mente del usuario que lo había leído.
- Además, la audiencia no siempre es la misma, sobre todo en el mundo de las redes sociales, que está en continua evolución. Así que, ¿por qué no ofrecer a los nuevos la posibilidad de ver las mejores publicaciones y que han suscitado mayor interés?
- Por último, al igual que la audiencia, nosotros también evolucionamos en cuanto a puntos de vista, servicios añadidos y competencias. Por lo tanto, un mismo contenido puede actualizarse con un nuevo mensaje (llamado «caption») diferente y que vaya en línea con nuestra evolución.
Así que fuera los miedos, rebusca entre el contenido y las viejas publicaciones (si es posible, de hace más de 4 meses), intenta retomar aquellas que se puedan, verifica que esté todo correcto o actualízalas en función de cualquier novedad, y listo.